Cuando las cosas van mal como a veces sucede,
cuando tu espiritu fuerte parece que ya cede,
cuando tus fondos son escasos y tus deudas aumentan
y amigos y familia más te desalientan;
cuando quieres sonreir y a suspirar solo atinas,
descansa en tu camino ¡ pero nunca te rindas !
La vida es muy rara con sus vueltas y sorpresas
y pocas veces vemos realizadas sus promesas,
pero son muchas las veces que el hombre se abandona
poco antes de arrancarle al triunfo su corona.
No te des por vencido, pues aunque te creas fracasado
prueba una vez más y quizás habrás triunfado.
Casi siempre la meta está menos distante
de lo que le parece al hombre vacilante
y en más de una ocasión habrás sido derrotado
poco antes de triunfar, por no haber perseverado;
comprendiendo ya muy tarde lo cerca que estuviste
de conquistar el éxito que una vez te propusiste.
El triunfo no es más que la derrota mirada a través
de un espíritu fuerte que no acepta su revés;
y puede parecerte la meta muy lejana
justamente cuando la tienes más cercana.
martes, 28 de agosto de 2007
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